El código ético que había hace años, en el deporte del Ciclismo cuando nos cruzábamos en la carretera y nos saludábamos, o nos dábamos la mano, apenas se lleva y es triste. Los corredores que van en la carretera, que algunos de ellos no saludan o incluso parece que van amargados, ¿se atreverían a pedir ayuda en la carretera a compañeros del asfalto como el, en caso de que tenga una avería o caída?.
Ese código tiene que volver, somos todos una familia y no sabemos de quien vamos a necesitar, incluso en vez de coger amistad y confianza, se hace lo contrario. Yo conocí gente en la carretera, basada en la confianza, y en saludarnos un día si y otro también. El mundo es pequeño y muchas veces, donde menos lo esperas, aparece un compañero de la carretera.
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