Cada día uno se levanta, cambia el como despertar, con días más alegres, calurosos o no, pero ves lo de siempre, gente amargada, seria, nada o poco sociable, ya nada ni nadie es como antes. Siempre dije que lo antiguo es lo mejor. No hay nada como la gente de verdad, esa que cree un si misma, que no hace falta que cierre la boca porque siempre se aprende algo de ella y siempre deja huella. Son gente especial, en la que poder confiar.
Hay más cosas que el materialismo, simplemente el ser uno mismo, ser grande en todos los aspectos de la vida, la cual es muy hermosa. La vida es como todo, siempre hay que estudiarla y mimarla como haría el que de verdad quiere, ama desea a su mujer o a su pasión.
Todos pasamos por ciclos y en ellos siempre cometemos errores. La vida nos enseña a aprender de los errores y saber solventarlos, luchar por conseguirlo de la manera que sea sin permitir que nada ni nadie te lo pueda impedir, porque sea quien sea se meta en medio nada vale más que tu querer si sabes que es lo adecuado y por bien no por capricho. Se desprecia demasiado a los demás, fijándonos en lo que tiene o no tiene, lo que es o no es. Es un error posponer lo humano a lo material.
Así como las mujeres que no quieren hombres, o presumen de belleza pensando que podrán tener al hombre que ansíen, pero el tiempo se va, y quedarán totalmente solas e infelices porque no supieron coger el tren cuando lo tuvieron delante, así como el hecho de que con el tiempo se va también la belleza tan rápido y fácil como un flor.
Dicen los expertos que rezar con fé o incluso desear a alguien el bien con todo corazón puede conseguir que se curen heridas no sólo enfermedades sino también una frustración que puedes tener tu por hacer algo que jamás pensaste que eras capaz y es que el ser leal y el desear al prójimo lo mejor, con el tiempo tiene sus frutos.
Hay estudios de universidades americanas que afirman que hay gente que pudo salvarse de la muerte debido al amor incondicional de familiares o amigos hacia esa persona así como gente que se libró de enfermedades terminales por sus enormes ganas de vivir.
No merece la pena buscar la solución más fácil a los problemas pero si luchar por ello cueste lo que cueste. Jamás un suicidio o un abandono conseguirá arreglarte el problema, lo aparcarás para siempre y dejarás a gente que te ama o quiere abandonada y triste. Siempre lucha y persigue tu fin que es alcanzar el hecho de arreglar aquello que te propongas.
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